miércoles, 17 de agosto de 2016

El aprendizaje móvil.

     Se denomina aprendizaje electrónico móvil, en inglés M-learning, a una metodología de enseñanza y aprendizaje valiéndose del uso de pequeños dispositivos móviles, tales como por ejemplo: teléfonos móviles, PDA, tabletas, PocketPC, iPod y todo dispositivo de mano que tenga alguna forma de conectividad inalámbrica.
                                                           
Esto está generando gran expectativa en el sistema educativo, sobre el que se están realizando interesantes iniciativas empresariales mediante el desarrollo de aplicaciones móviles educativas y proyectos de investigación, así como la apuesta decidida de gobiernos e instituciones en el desarrollo de programas y aplicaciones.
      Mati Tec es un buen ejemplo de m-learning en México. Se trata de un proyecto desarrollado por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, Campus Ciudad de México, cuyo objetivo es que “la tecnología facilite y mejore el aprendizaje, además de motivar a los niños a estudiar y buscar recursos en la red que les permitan generar nuevas habilidades y conocimientos”.[1]
      Otro ejemplo en Latinoamérica MADE-mlearn, un marco desarrollado en Argentina por investigadores de la Universidad Nacional de Santiago del Estero y la Universidad Nacional de Catamarca, para analizar y evaluar experiencias de m-learning, y diseñar nuevas experiencias, y que tiene en cuenta el contexto, modo de interacción, y los fundamentos que sustentan el aprendizaje.[2]
      Son numerosos los proyectos educativos de investigación que han descrito la importancia de trabajar e incluir las TIC en el proceso de enseñanza-aprendizaje en la escuela. En términos generales, existe un gran movimiento en iberoamérica que ha destacado el reto de plantear como objetivo la alfabetización digital del alumnado, incluyendo todos los recursos tecnológicos disponibles en las aulas. En este sentido, destacan dos proyectos: el IB Educación Superior 2012-2017, que enuncia en sus conclusiones que la alfabetización digital es clave en toda disciplina y profesión, por lo que es necesario promoverla desde cualquier programa educativo
      Entre los proyectos psicoeducativos aplicados en las aulas, encontramos el “Proyecto aprendizaje móvil”. En un estudio de casos múltiples con 3000 estudiantes en México, se identificaron el desarrollo de las habilidades cognitivas del alumnado a través del m-learning. Mediante la realización de focos de grupo, encuestas y observación directa e indirecta, el estudio concluye que el aprendizaje a través del teléfono móvil modifica el ambiente de aprendizaje positivamente, convirtiéndolo en más innovador y colaborativo. Además, afirman que los recursos del m-learning se apoyan en estrategias que promueven el desarrollo de habilidades cognitivas como solución de problemas, toma de decisiones, pensamiento crítico y pensamiento creativo.
     Actualmente, las principales reticencias al uso del m- learning en la escuela se fundamentan en su “mal uso”. Tal y como expresa Hwang y Chang (2011), “La disponibilidad de la tecnología móvil en realidad no garantiza que se va a utilizar en un entorno educativo, del mismo modo, la mera adopción de una nueva tecnología no asegura su efectividad de aprendizaje”.
      Las críticas que se realizan al m- learning se fundamentan en el desconocimiento por parte de los docentes de las nuevas tecnologías, la carencia de formación sobre su utilización adecuada y su efectividad provoca una brecha digital entre estudiantes y docentes pero, al contrario de lo que los más acérrimos a la metodología tradicional exponen, no son diferencias insalvables. Marc Prensky, introdujo un nuevo concepto en 2009: “la sabiduría digital”, que plantea que la brecha digital crece por falta de interés, en relación con la creciente digitalización de nuestras sociedades. Ya se ha demostrado que prohibir el uso indiscriminado de celulares en el aula no es una solución realista al problema.
                                                                                 
      Ante las críticas y negativas, los defensores de su implantación alegan que no se trata de abandonar la enseñanza, sino de potenciarla a través de la realización de actividades motivantes y dinámicas; haciendo partícipes a los alumnos/as de un uso diferente de la tecnología que manejan diariamente.
      Entre los aspectos negativos que más fuerza proporcionan al discurso de los contrarios al uso de la tecnología móvil, encontramos las limitaciones físicas de los mismo, como se ha comentado anteriormente en este documento, las pequeñas dimensiones de sus pantallas, botones, limitaciones de batería y espacio de memoria así como sus problemas de conectividad o la existencia de pocas aplicaciones educativas.



[1] Gómez, Armín (20 de junio de 2011). «Impulsa proyecto Harppi-Tec, del Tec de Monterrey, aprendizaje móvil en niños de primaria». Talento Tec 1 (155).
[2] Morales, María I.; Herrera, Susana I.; Fenema, Marta C.; Palavecino, Rosa; Goñi, Jorge Luis (mayo de 2014). «Diseño de estrategias de m-learning. Desarrollo de aplicaciones». XVI Workshop de Investigadores en Ciencias de la Computación

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