Se denomina aprendizaje
electrónico móvil, en inglés M-learning, a una metodología de enseñanza y
aprendizaje valiéndose del uso de pequeños dispositivos móviles, tales como por
ejemplo: teléfonos móviles, PDA, tabletas, PocketPC, iPod y todo dispositivo de
mano que tenga alguna forma de conectividad inalámbrica.

Esto está generando gran expectativa en el sistema
educativo, sobre el que se están realizando interesantes iniciativas
empresariales mediante el desarrollo de aplicaciones móviles educativas y
proyectos de investigación, así como la apuesta decidida de gobiernos e
instituciones en el desarrollo de programas y aplicaciones.
Mati Tec es
un buen ejemplo de m-learning en México. Se trata de un proyecto desarrollado
por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, Campus
Ciudad de México, cuyo objetivo es que “la tecnología facilite y mejore el
aprendizaje, además de motivar a los niños a estudiar y buscar recursos en la
red que les permitan generar nuevas habilidades y conocimientos”.[1]
Otro ejemplo
en Latinoamérica MADE-mlearn, un marco desarrollado en Argentina por
investigadores de la Universidad Nacional de Santiago del Estero y la
Universidad Nacional de Catamarca, para analizar y evaluar experiencias de
m-learning, y diseñar nuevas experiencias, y que tiene en cuenta el contexto, modo
de interacción, y los fundamentos que sustentan el aprendizaje.[2]
Son numerosos
los proyectos educativos de investigación que han descrito la importancia de
trabajar e incluir las TIC en el proceso de enseñanza-aprendizaje en la
escuela. En términos generales, existe un gran movimiento en iberoamérica que
ha destacado el reto de plantear como objetivo la alfabetización digital del
alumnado, incluyendo todos los recursos tecnológicos disponibles en las aulas.
En este sentido, destacan dos proyectos: el IB Educación Superior 2012-2017,
que enuncia en sus conclusiones que la alfabetización digital es clave en toda
disciplina y profesión, por lo que es necesario promoverla desde cualquier
programa educativo
Entre los
proyectos psicoeducativos aplicados en las aulas, encontramos el “Proyecto
aprendizaje móvil”. En un estudio de casos múltiples con 3000 estudiantes en
México, se identificaron el desarrollo de las habilidades cognitivas del
alumnado a través del m-learning. Mediante la realización de focos de grupo,
encuestas y observación directa e indirecta, el estudio concluye que el
aprendizaje a través del teléfono móvil modifica el ambiente de aprendizaje
positivamente, convirtiéndolo en más innovador y colaborativo. Además, afirman
que los recursos del m-learning se apoyan en estrategias que promueven el
desarrollo de habilidades cognitivas como solución de problemas, toma de
decisiones, pensamiento crítico y pensamiento creativo.
Actualmente,
las principales reticencias al uso del m- learning en la escuela se fundamentan
en su “mal uso”. Tal y como expresa Hwang y Chang (2011), “La disponibilidad de
la tecnología móvil en realidad no garantiza que se va a utilizar en un entorno
educativo, del mismo modo, la mera adopción de una nueva tecnología no asegura
su efectividad de aprendizaje”.
Las críticas
que se realizan al m- learning se fundamentan en el desconocimiento por parte
de los docentes de las nuevas tecnologías, la carencia de formación sobre su
utilización adecuada y su efectividad provoca una brecha digital entre
estudiantes y docentes pero, al contrario de lo que los más acérrimos a la
metodología tradicional exponen, no son diferencias insalvables. Marc Prensky,
introdujo un nuevo concepto en 2009: “la sabiduría digital”, que plantea que la
brecha digital crece por falta de interés, en relación con la creciente digitalización
de nuestras sociedades. Ya se ha demostrado que prohibir el uso indiscriminado
de celulares en el aula no es una solución realista al problema.

Ante las
críticas y negativas, los defensores de su implantación alegan que no se trata
de abandonar la enseñanza, sino de potenciarla a través de la realización de
actividades motivantes y dinámicas; haciendo partícipes a los alumnos/as de un
uso diferente de la tecnología que manejan diariamente.
Entre los
aspectos negativos que más fuerza proporcionan al discurso de los contrarios al
uso de la tecnología móvil, encontramos las limitaciones físicas de los mismo,
como se ha comentado anteriormente en este documento, las pequeñas dimensiones
de sus pantallas, botones, limitaciones de batería y espacio de memoria así
como sus problemas de conectividad o la existencia de pocas aplicaciones
educativas.
[1] Gómez,
Armín (20 de junio de 2011). «Impulsa proyecto Harppi-Tec, del Tec de
Monterrey, aprendizaje móvil en niños de primaria». Talento Tec 1 (155).
[2] Morales,
María I.; Herrera, Susana I.; Fenema, Marta C.; Palavecino, Rosa; Goñi, Jorge
Luis (mayo de 2014). «Diseño de estrategias de m-learning. Desarrollo de
aplicaciones». XVI Workshop de Investigadores en Ciencias de la Computación
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