miércoles, 17 de agosto de 2016

El acceso a la Tecnología

Las tecnologías de la información son de tal alcance que han llegado a penetrar prácticamente todos los ámbitos de la actividad humana; el futuro se definirá en función de la manera en que evolucione la interacción entre el hombre y la tecnología de la información y las comunicaciones. En primer lugar, hay que destacar que la “sociedad de la información” en general y las nuevas tecnologías en particular inciden de manera significativa en todos los niveles del mundo educativo.
     Las nuevas generaciones van asimilando de manera natural esta nueva cultura que se va conformando y que para nosotros conlleva muchas veces importantes esfuerzos de formación, de adaptación y de “desaprender” muchas cosas que ahora “se hacen de otra forma” o que simplemente ya no sirven.
                               
     En las discusiones acerca del acceso a la tecnología en la escuela no hay nada más fácil de demostrar que la espectacularidad de los progresos realizados. Según la OCDE, las ratios de estudiantes por ordenador en los centros escolares a los que acuden los alumnos de 15 años de edad[1] se han reducido de 13 a 8 en el período comprendido entre los años 2000 y 2009. Según estos mismos datos, las cifras correspondientes para España demostrarían un descenso de 33 alumnos por ordenador en el año 2000 hasta 13 nueve años después. Se trata de un progreso impresionante, pero que, a pesar de todo, contrasta enormemente con los casos de Noruega y Austria, donde las ratios más recientes hablan de un ordenador para cada 5 y 4 alumnos, respectivamente.
      Desde otra perspectiva, se puede afirmar que el 93% de los alumnos de 15 años de edad de la OCDE asisten a una escuela en la que cuentan con acceso a un ordenador y prácticamente el mismo porcentaje (92,6%) dispone igualmente de acceso a Internet. España se encuentra, en este sentido, ligeramente por debajo de la media (90%), pero ciertamente con una cifra nada despreciable. Todo ello acredita el esfuerzo de universalización del acceso que los gobiernos han realizado en pocos años y que algunos, como Dinamarca o los Países Bajos, ya han conseguido prácticamente (con cifras de acceso a ordenadores e Internet en las escuelas ya superiores al 99%).
      Sin embargo, por espectaculares que parezcan estas cifras, no llegan a emular el crecimiento en la facilidad de acceso a la tecnología que los mismos jóvenes que PISA examina tienen cuando se encuentran fuera de los centros escolares. 
De nuevo es interesante comprobar las distancias que separan a algunos países en este ámbito. Algunos, como los países nórdicos, los Países Bajos o Australia, han hecho esfuerzos espectaculares y el acceso a Internet en los centros escolares está prácticamente tan difundido como en los hogares.
      Sin embargo, hay otros, como Alemania, Bélgica e Italia, o incluso Corea, donde los centros escolares no cuentan todavía con facilidades de acceso equivalentes, lo cual demuestra que los esfuerzos no han sido igualmente parejos en todas partes.
      En cualquier caso, conviene retener un doble dato: por un lado, que los esfuerzos políticos realizados para facilitar el acceso a la tecnología en los centros escolares han sido espectaculares y que, por otro, los jóvenes ya cuentan hoy con más facilidades de acceso a la tecnología fuera de las escuelas que dentro de ellas, revirtiendo la situación que se daba solo un decenio atrás donde el acceso en el hogar era menos frecuente que en los centros escolares.

                           

[1] Puede tratarse de centros comprensivos donde se atiende a los alumnos de educación primaria y secundaria obligatoria (caso de los países nórdicos) o exclusivamente de enseñanza secundaria obligatoria (como en el caso español). Los datos de la OCDE no permiten hacer la debida distinción.

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